Hacer bullicio
El
diccionario de la Real Academia Española define que un paisaje es una extensión
de terreno considerada en su aspecto artístico.
Por
eso, la dinámica de trabajo del estudio fuerza los límites creativos, diseñando
el afuera pensando en el adentro, afrontando cada proyecto y acción sobre el
paisaje como si fuese algo único e irrepetible. Entonces, cuando Bulla suma su
visión contemporánea y reflexiva a un proyecto de arquitectura, la obra
incorpora un valor agregado, un aspecto artístico, un paisaje.
Cuando
Bulla empieza a hacer ruido en el paisaje urbano, se genera una resignificación
del espacio que se ve reflejada en la propia identidad de la obra,
posicionándola como una suerte de landmark
en la ciudad.
Eso
es crear paisaje, eso hacer bullicio.
Ana Garcia Ricci, Lucia Ardissone e Ignacio Fleurquin son licenciados en planificacion y diseño del paisaje egresados de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Llegaron
a la profesión con ganas de sacarle el polvo a una concepción obsoleta del
paisaje, trabajando sobre la transformación constante del espacio, valiéndose
de todos los factores y elementos que cruzan la capa de la naturaleza con la
del hombre, siendo precisamente ese intersticio en el que construyen la
realidad del espacio habitable.
Los
Bulla comprenden la idiosincrasia citadina, potenciando con cada uno de sus
proyectos la morfología arquitectónica del espacio. Este proceso analítico les
permite acercarles a sus clientes soluciones creativas que, lejos de subirse a
una caprichosa tendencia foránea, le otorgan un valor sostenible a la obra.
Los
Bulla crean clima en la ciudad.

Ser Bulla
Hacer bullicio
El
diccionario de la Real Academia Española define que un paisaje es una extensión
de terreno considerada en su aspecto artístico.
Por
eso, la dinámica de trabajo del estudio fuerza los límites creativos, diseñando
el afuera pensando en el adentro, afrontando cada proyecto y acción sobre el
paisaje como si fuese algo único e irrepetible. Entonces, cuando Bulla suma su
visión contemporánea y reflexiva a un proyecto de arquitectura, la obra
incorpora un valor agregado, un aspecto artístico, un paisaje.
Cuando
Bulla empieza a hacer ruido en el paisaje urbano, se genera una resignificación
del espacio que se ve reflejada en la propia identidad de la obra,
posicionándola como una suerte de landmark
en la ciudad.
Eso
es crear paisaje, eso hacer bullicio.
Ana Garcia Ricci, Lucia Ardissone e Ignacio Fleurquin son licenciados en planificacion y diseño del paisaje egresados de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Llegaron
a la profesión con ganas de sacarle el polvo a una concepción obsoleta del
paisaje, trabajando sobre la transformación constante del espacio, valiéndose
de todos los factores y elementos que cruzan la capa de la naturaleza con la
del hombre, siendo precisamente ese intersticio en el que construyen la
realidad del espacio habitable.
Los
Bulla comprenden la idiosincrasia citadina, potenciando con cada uno de sus
proyectos la morfología arquitectónica del espacio. Este proceso analítico les
permite acercarles a sus clientes soluciones creativas que, lejos de subirse a
una caprichosa tendencia foránea, le otorgan un valor sostenible a la obra.
Los
Bulla crean clima en la ciudad.

